Inclusión laboral: la clave para crear espacios más diversos

La diversidad laboral es esencial para el éxito de cualquier empresa. Hablar de inclusión es diseñar políticas que garanticen la igualdad de oportunidades, independientemente del género, el origen étnico, la orientación sexual o la condición cognitiva. 

Los empleadores que adoptan la diversidad como política suelen tener mejores prácticas de recursos humanos y lugares de trabajo más felices y productivos. Pero además de fomentar una cultura laboral inclusiva, es necesario diseñar espacios que, con su arquitectura y diseño, propicien una verdadera inclusión. 

Los espacios inclusivos de hoy son lugares diseñados para estar libres de discriminación y acoso. En otras palabras, crean un entorno en el que todos los colaboradores se sientan seguros y cómodos.

¿Por qué es importante crear espacios laborales incluyentes? 

Para Felipe Barreto, arquitecto de AEI Spaces, un lugar de trabajo inclusivo propicia el intercambio de perspectivas y mejora la creatividad y la capacidad de solucionar problemas.

Cuanto más diversa es una plantilla, más probable será que surjan ideas de personas de entornos diferentes y experiencias distintas. 

Los espacios de trabajo inclusivos son también más productivos y promueven el compromiso, pues los trabajadores se sienten seguros y cómodos.

Así lo muestra un estudio realizado por Steelcase, empresa líder en mobiliario de oficinas, a partir de una encuesta a 373 personas en 28 países. El estudio encontró que los principales efectos de un espacio de trabajo inclusivo son:

  • 80% mayor satisfacción de los trabajadores. 
  • 65% mayor innovación.
  • 53% mayor productividad. 

Sin embargo, los entornos inclusivos son importantes, sobre todo, porque permiten que todas las personas, sin distinción, desarrollen sus habilidades y sean tratadas por igual.

Nuevas tendencias: ¿cómo crear espacios laborales más inclusivos? 

De acuerdo con Felipe Barreto, de AEI Spaces, «la arquitectura es un facilitador para acercar a las personas y darles un lugar en el mundo. Lo más importante al diseñar espacios inclusivos es buscar que sean entornos abiertos y que formen comunidades para todos».

Espacios adaptados a la neurodiversidad

Uno de los temas sobre los que más se habla es la inclusión de la neurodiversidad. De acuerdo con Lifeworks, empresa de programas de apoyo y bienestar para empleados, a alguien se le considera neurodivergente «si su cerebro aprende, funciona o procesa la información de manera diferente a la mayoría de las personas».

La neurodiversidad es una parte natural y valiosa de los humanos. Por tanto, las personas neurodiversas, como los autistas o las personas con síndrome de Down, deben tener cabida en los lugares de trabajo.

Los trabajadores con diferentes perfiles cognitivos suelen ser más creativos y aportar perspectivas únicas. El problema es que muchos no están cómodos en las oficinas tradicionales. En efecto, a menudo se sienten abrumados por el exceso de gente, los ruidos y las luces, que pueden provocarles estrés y ansiedad.

Sin embargo, hay algunas formas de aminorar sus incomodidades:

  • Crear espacios de desconexión y descanso

Es importante proporcionar espacios para las personas neurodiversas en los que puedan retirarse de la sobreestimulación. Se puede tratar de una habitación o área tranquila equipada con mobiliario cómodo y alejada del resto de los empleados, a la que las personas neurodiversas puedan acudir si se sienten estresadas. Cuanto más espacio personal se les proporcione, mejor. 

«Una empresa que te apoya y que entiende que necesitas tu espacio es una empresa conectada con la verdadera inclusión», comenta Felipe Barreto. 

  • Educar a los empleados sobre la neurodiversidad 

Parte de crear un entorno inclusivo es proporcionar formación al equipo sobre cómo trabajar con personas con autismo u otras condiciones similares, como el TDAH o el síndrome de Asperger. Esto facilitará la integración de las personas neurodiversas con el resto de sus compañeros. 

Espacios que entiendan la diversidad sexual

A la comunidad LGBTQ+ le puede resultar difícil trabajar en oficinas sin el diseño apropiado.

Uno de los espacios que para algunos miembros de la comunidad LGTBQ+ (como los transgéneros o las personas no binarias) les puede causar más ansiedad son los baños tradicionales con distinción de género (hombre y mujer); en muchos casos en estos baños pueden verse sometidos a situaciones incómodas, reprimendas e, incluso, agresiones.

Por ello algunas empresas han creado baños mixtos o, más bien, sin distinción de género. Los transgéneros o no binarios pueden utilizar estos espacios sin sentirse incómodos ni tener que preocuparse por el acoso de otros usuarios.

Los espacios de la Universidad EAN, diseñados por AEI Spaces, son ejemplos de ello. Con el objetivo de atraer nuevos talentos y estudiantes diversos, la Universidad EAN se deshizo del antiguo modelo con dos baños por planta y lo sustituyó por baños mixtos en los que todos se sienten incluidos. Además, se diseñaron entornos más inclusivos con zonas de estudio flexibles, espacios de descanso para las siestas y espacios para el trabajo concentrado que funcionan para todo tipo de personas.

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